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El silencio también cuesta: ¿Estás pagando COIN sin saberlo?

Actualizado: 3 jul

En la vida personal y en el entorno laboral, muchas veces creemos que quedarnos callados, postergar una conversación o evitar decir lo que realmente pensamos es una forma de evitar problemas. Pero la verdad es otra: Lo que no se dice… también tiene un costo. Y ese costo silencioso es lo que llamo COIN: Costo de Oportunidad por Incomunicar.


El COIN  es esa pérdida invisible que ocurre cuando una persona, un equipo o una organización decide no comunicar o no aclarar a tiempo. No es solo lo que se pierde, sino lo que pudo haberse ganado si la comunicación hubiera sido clara, directa y oportuna. Por ejemplo:

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  • Un colaborador evita decir que está saturado → se enferma → baja la productividad del equipo.

  • Un jefe no aclara expectativas → el equipo trabaja en otra dirección → Frustración y pérdida de tiempo.

  • Una pareja no habla de lo que siente → crece el malentendido → se rompe la relación.

  • Una empresa posterga conversaciones incómodas → Pierde talento y dinero.

En todos esos casos, el silencio tuvo un costo, aunque no lo veamos de inmediato.


Ahora, vamos por parte, ¿Qué significa realmente comunicar?


No es simplemente hablar, dar instrucciones o transmitir información. Comunicar es asegurarse de que el mensaje que sale del emisor llega al receptor y se comprende con claridad, sin ambigüedades ni suposiciones. Implica no solo emitir palabras, sino también escuchar, confirmar y ajustar el mensaje hasta que haya entendimiento mutuo. En contextos personales y organizacionales, una buena comunicación no se mide por lo que se dice, sino por lo que el otro realmente comprende e interpreta.


¿Y qué es incomunicar?


No es solo quedarse en silencio o evitar una conversación. Es cualquier acción consciente o inconsciente, que interrumpe, distorsiona o impide que ocurra una comunicación efectiva. Puede presentarse en forma de evasivas, actitudes defensivas, sarcasmo, indirectas o incluso con el “todo bien” cuando no lo está. Muchas veces fingimos que nada pasa, pero en realidad estamos generando un ambiente donde la información no fluye y las relaciones se desgastan. Incomunicar es cortar el puente antes de cruzarlo.


En economía, el costo de oportunidad es lo que dejas de ganar por no haber elegido otra opción.

En el caso de la comunicación, cada vez que no dices algo importante, pierdes una oportunidad:


  • De prevenir un conflicto.

  • De fortalecer una relación.

  • De liberar carga emocional.

  • De mejorar tu equipo de trabajo.

  • De generar claridad y confianza.



Todo comienza por dentro: la comunicación interna también tiene un precio


Cuando hablamos de comunicación, solemos pensar en lo que decimos a los demás. Pero lo que nos decimos a nosotros mismos y lo que evitamos decirnos también cuenta. Y demasiado!


Tu diálogo interno puede ser tu mayor aliado o tu peor enemigo. Si estás constantemente dudando de ti, criticándote, o evitando enfrentar lo que realmente piensas y sientes, es muy probable que te esté costando más de lo que crees. Ese precio invisible es otro tipo de COIN, pierdes claridad, seguridad, energía y, sobre todo, oportunidades.


¿Y sabes qué es lo más importante? Que si no sabes comunicarte contigo mismo, difícilmente podrás comunicarte bien con los demás. Las metas, los proyectos y las relaciones se construyen desde una base de claridad interna. Si estás confundido, inseguro o desalineado con tus propias necesidades, será casi imposible lograr conversaciones efectivas, liderar un equipo o expresar lo que necesitas con firmeza y empatía.

Antes de buscar ser entendido, asegúrate de entenderte.


¿Cuánto te está costando no comunicar?


¿Alguna vez te has detenido a pensar en cuánto dinero, energía o tiempo pierdes por no comunicar a tiempo y con claridad? Si tienes una empresa, calcula cuántos recursos se van en reclutar y capacitar a nuevos talentos porque no supiste retener a los anteriores: horas de entrevistas, nuevos uniformes, capacitaciones, etc. ¿y todo por no haber tenido una conversación a tiempo?

Y en lo personal, ¿Cuántas oportunidades has dejado pasar por no creer que las mereces? ¿Cuántas veces dijiste “no puedo” cuando en realidad te faltaba confianza? Tal vez no postulaste a ese trabajo que tanto querías, porque pensaste que no eras suficiente, o esa relación no la cuidaste porque nunca te atreviste a decir lo que sentías.


El COIN —Costo de Oportunidad por Incomunicar— está presente en cada decisión evitada, cada silencio incómodo y cada palabra que no se dijo cuando más se necesitaba.


Es momento de cambiar la forma en que nos comunicamos, con los demás y con nosotros mismos. Porque cada palabra no dicha, cada conversación postergada o cada emoción ignorada… también tiene un precio.


¿Cómo reducir el COIN?

  1. Normaliza conversaciones difíciles: no esperes a que exploten las cosas para hablar. Si algo incomoda, exprésalo con respeto.

  2. Fomenta espacios seguros: en equipos, crea espacios donde todos puedan expresar lo que piensan sin miedo al juicio o a las repercusiones.

  3. Escucha activamente: escuchar no es esperar tu turno para hablar, es estar dispuesto a cambiar de opinión si es necesario.

  4. Valida lo no dicho: si alguien cambia su actitud, no asumas, no supongas. Pregunta, abre espacio para que puedan comunicar.

  5. Entrena tu comunicación: leer sobre comunicación, recibir mentorías o capacitar equipos puede cambiar por completo tu dinámica.


    Recuerda: Lo que no se dice también cuesta. Y puede costarte más de lo que imaginas.


Comunicarse no es tan simple como hablar. A veces creemos que el otro entendió… y en realidad solo escuchó. Entre lo que decimos y lo que el otro comprende, pueden aparecer barreras sutiles que distorsionan el mensaje. ¿Te ha pasado? Entonces te invito a leer "Las barreras de la comunicación" y descubrir cómo identificarlas haciendo clic aquí.





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